Muchas personas se enamoran de parejas que ya han tenido relaciones pasadas y fruto de ello han tenido hijos.
Esto suele suceder principalmente en personas viudas, aun cuando también sucede con frecuencia en personas solteras con hijos (padres/madres solter@s) y/o divorciad@s (cosa que es más común de lo que se suele creer.)
Si bien algunas (pocas) relaciones de pareja con hijos de por medio se pueden "llevar bien", en la mayoría de los casos nunca faltan los consabidos conflictos:
- Los hijos pueden sentir rabia, inseguridad y celos al ver que su padre/madre tiene una nueva relación amorosa.
- La ex-pareja puede sentirse traicionada y atacada por los celos al saber que quien tuvo relaciones de pareja o matrimoniales tiene otra persona ocupando su lugar. Muchas veces, incluso, ha habido trágicos finales.
- La nueva pareja del cónyuge con hijos puede tener un criterio de disciplinar muy distinto al que tenía la anterior pareja para con los hijos de ésta. Ello puede llevar a que se oiga la famosa frase "¿Qué le pasa señor/a? ¡Usted no es mi papá/mamá!" (Cabe destacar que en este caso se hace llamar padrastro o madrastra.)
- Si la otra parte también tiene hijos de por medio, puede haber también conflictos y rivalidades muy acentuadas debido al hecho de tener patrones de crianza muy distintos uno del otro. Es por ello que muchas veces se tilde a los hermanastros o medios hermanos como "malcriados".
- Muchas veces suelen suceder cosas gravísimas, por ejemplo, casos de abuso sexual generalmente entre un hombre con su hijastra o entre hermanastr@s, E incluso, puede haber delitos como robo o asesinato.