Una característica fundamental de las relaciones de pareja radica en el hecho de que siempre deben ser mutuas, es decir, que la persona se enamore y la contraparte corresponda a dicho sentimiento.
De no ser así, entonces se dice que uno está "enamorado solo", cosa que es realmente absurda y hasta ridícula; ya que esto puede llegar a dar motivos de burla.
¿A qué se debe esto? Mayormente esto no es amor genuino, sino simplemente un "encaprichamiento" romántico; lo cual se traduce en una relación que surge de la noche a la mañana y sube como la espuma, mas con el tiempo se desvanece. En este caso el "enamoramiento" se da sólo por el físico, nunca por un sentimiento verdadero.
Otras veces sucede (y es lo más trágico) que una de las partes ya esté comprometida o casada y utilice a un tercero simplemente con la finalidad de "darle celos" a su pareja o cónyuge. Más de uno ha terminado mal herido -¡e inclusive muerto!- por esto.
Por estas razones, si uno está enamorado pero la otra persona no corresponde a dicho sentimiento es mejor dejar de lado el encanto romántico hasta tanto surja la llamada "química"; tal vez con otra persona.